La Paz, 15 de abril 2021 – La Coordinadora de la Mujer, en su calidad de Red nacional conformada por 22 instituciones de la sociedad civil presentes en los nueve departamentos del país y que trabaja en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres buscando la construcción de una sociedad con democracia plural e igualdad de género; y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Bolivia, como agencia del Sistema de Naciones Unidas líder en el ámbito de la migración que promueve la defensa de los derechos humanos de todas las personas y apoya a los gobiernos a manejar todas las formas de movilidad humana y sus impactos; este 15 de abril pactaron a través de la firma de un  Acuerdo Interinstitucional, para implementar acciones de trabajo conjunto que fortalezcan la lucha contra la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes y delitos conexos, a nivel nacional, subnacional y local, con énfasis en la protección de las niñas, adolescentes y mujeres adultas. Bajo este fin, la Coordinadora de la Mujer y la OIM impulsarán acciones de formación, investigación, generación de datos, comunicación, prevención, e incidencia política para la lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes.

En el evento de firma de Acuerdo Horacio Calle, Jefe de Oficina de la OIM en Bolivia señaló que “en los últimos años en el país hubo un crecimiento en la detección de víctimas de la trata de personas lo que refleja algunos desarrollos positivos en la lucha contra esta preocupante problemática. Sin embargo, cuando el número de víctimas detectadas ha aumentado, es preciso profundizar y acelerar los esfuerzos para que las instituciones competentes realicen acciones de investigación y condena a más tratantes; identificar y derivar de forma oportuna a más víctimas; aumentar las oportunidades de desarrollo de capacidades para los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y finalmente aumentar la cooperación con las organizaciones”.

Implicancias de la Trata de Personas, el tráfico ilícito de migrantes y delitos conexos

De acuerdo a datos del Reporte Global de Tráfico de Personas para la gestión 2018, a nivel mundial los países están detectando y denunciando más víctimas y condenando a más tratantes y traficantes. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer en vista que la tasa de impunidad es llamativamente alta. Los avances en esta materia pueden explicarse a partir del desarrollo de capacidades en los niveles nacionales para detectar, registrar y notificar datos sobre las víctimas de trata. Asimismo, en los últimos años se observan mejoras legislativas adoptadas en varios países, junto al fortalecimiento institucional para el abordaje de esta problemática y los esfuerzos por la protección de las víctimas.

Conforme al Reporte Global del año señalado, los tratantes se dirigen principalmente a mujeres y niñas. La gran mayoría de las víctimas de trata con fines de explotación sexual detectadas son mujeres, y el 35% de las víctimas de trata para trabajos forzados también son mujeres, tanto mujeres adultas como niñas. En lo que respecta a América del Sur el perfil de las víctimas de trata son mujeres, lo que representó más del 80% del total en 2016; con una proporción significativa de víctimas infantiles detectadas. Bajo este panorama cabe destacar que los países andinos reportan una proporción particularmente grande de trata de niñ@s. En el caso de Bolivia y Perú, los datos demuestran un incremento de víctimas infantiles respecto de los adultos.

En lo que respecta al panorama en Bolivia se evidencia que en los últimos años los tratantes de personas explotan a víctimas nacionales y extranjeras ello con fines de trata sexual y trabajo forzado dentro y fuera del país. Algunas de estas situaciones se reflejan en la explotación de un número significativo de connacionales en trabajos forzados en países como Argentina, Brasil y Chile, y algunos países de Europa, en talleres textiles, agricultura, construcción, trabajo doméstico y en el sector informal. Igual de preocupante es la trata de niñas y adolescentes para el comercio sexual, habiéndose identificado también algunas víctimas venezolanas en trata sexual y trabajo forzado dentro del país.

Otro elemento de vital importancia para el abordaje de la trata de personas y el tráfico de migrantes es la incursión de las nuevas tecnologías en la sociedad moderna ya que los tratantes vienen utilizando las redes sociales como la principal herramienta de reclutamiento, atrayendo a personas vulnerables por medio de oportunidades de empleo fraudulentas para luego explotarlas en trabajos forzados o trata sexual. Y es que las conexiones en el ciberespacio y el uso de las redes sociales se han convertido en las principales formas de interacción de las personas en las sociedades modernas. Sin embargo, estas oportunidades también conllevan nuevos riesgos. Lo que puede comenzar como una interacción inocente entre individuos puede convertirse en un caso de trata de personas. El dominio en línea ha abierto nuevas vías para que los traficantes identifiquen, contacten y atrapen a las víctimas en tácticas de explotación.